Filmando con un klínex es el título del reciente libro de Élmer Mendoza (Culiacán, 1949), quien regresa al medio editorial con una serie de cuentos que abordan la violencia y la situación política de México. El volumen ya se encuentra en las librerías locales bajo el sello de la casa de publicaciones Tusquets y que se presentará en el marco de la próxima edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
La entrega está integrada por 13 cuentos que Mendoza ha realizado en años distintos, “es la razón por la que son cuentos tan diversos, que fueron apareciendo en momentos independientes uno del otro”, expone el también catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Aunque la novela es el género que caracteriza su obra, ahora el ganador del Premio Tusquets de Novela 2008 con Las balas de plata explora en el terreno del cuento para presentar relatos que aseguran “conservan el estilo Élmer Mendoza. Estoy más acostumbrado hacer narrativa larga, se me complica un poquito hacerla corta”.
Para el escritor, el título es un mensaje que deja uno de los personajes, “yo he visto esas señales en la vida real, la primera vez se me quedó grabada en mi cabeza, siempre dije que alguna vez iba a usar esa imagen en un libro”.
¿En su labor como escritor hay un gusto por los cuentos o prefiere la novela?
A mí me gusta contar historias, me gusta contarlas a mí manera, es decir, usar el lenguaje, usar los cortes y el estilo que yo quiero. En las 13 historias tuve dificultades a la hora de corregir porque se me antojaba cada cuento conservara la personalidad con la que originalmente había sido elegido porque cada cuento nace en un momento específico, que es un irrepetible.
“Filmando con klínex” también está marcado por los temas que son recurrentes en su obra como la violencia
Yo no puedo escapar de mi realidad, y tampoco quiero, lo único que intento es simbolizarla de todas las maneras posibles, espero haber deslizado algunos círculos que tendrán que ver con eso, y ojalá no sean símbolos que obstaculicen a mis lectores que les gusta relacionar mi literatura con la realidad, y a los que les gusta cabalgar en el caballo de la fantasía también que se la pasen bien. Creo que hay constantes que permanecen, sobre todo lo que tiene que ver con la violencia y con la administración de la justicia. Creo que a todos los mexicanos nos preocupa ver que no tenemos un país en el que podemos confiar en las leyes ni en los hombres que las aplican.
¿Por qué considera que hay un grupo de autores escribiendo historias sobre violencia y narcotráfico?
Son temas muy seductores, este país campirano y ranchero, que de pronto ha accedido a la modernidad con la particularidad de que hay muchas cosas sucias. Es un tema muy importante en la literatura mexicana contemporánea.
Aunque la novela es el género que caracteriza su obra, ahora el ganador del Premio Tusquets de Novela 2008 con Las balas de plata explora en el terreno del cuento para presentar relatos que aseguran “conservan el estilo Élmer Mendoza. Estoy más acostumbrado hacer narrativa larga, se me complica un poquito hacerla corta”.
Para el escritor, el título es un mensaje que deja uno de los personajes, “yo he visto esas señales en la vida real, la primera vez se me quedó grabada en mi cabeza, siempre dije que alguna vez iba a usar esa imagen en un libro”.
¿En su labor como escritor hay un gusto por los cuentos o prefiere la novela?
A mí me gusta contar historias, me gusta contarlas a mí manera, es decir, usar el lenguaje, usar los cortes y el estilo que yo quiero. En las 13 historias tuve dificultades a la hora de corregir porque se me antojaba cada cuento conservara la personalidad con la que originalmente había sido elegido porque cada cuento nace en un momento específico, que es un irrepetible.
“Filmando con klínex” también está marcado por los temas que son recurrentes en su obra como la violencia
Yo no puedo escapar de mi realidad, y tampoco quiero, lo único que intento es simbolizarla de todas las maneras posibles, espero haber deslizado algunos círculos que tendrán que ver con eso, y ojalá no sean símbolos que obstaculicen a mis lectores que les gusta relacionar mi literatura con la realidad, y a los que les gusta cabalgar en el caballo de la fantasía también que se la pasen bien. Creo que hay constantes que permanecen, sobre todo lo que tiene que ver con la violencia y con la administración de la justicia. Creo que a todos los mexicanos nos preocupa ver que no tenemos un país en el que podemos confiar en las leyes ni en los hombres que las aplican.
¿Por qué considera que hay un grupo de autores escribiendo historias sobre violencia y narcotráfico?
Son temas muy seductores, este país campirano y ranchero, que de pronto ha accedido a la modernidad con la particularidad de que hay muchas cosas sucias. Es un tema muy importante en la literatura mexicana contemporánea.
Nota de: http://www.informador.com.mx/cultura/2009/148727/6/elmer-mendoza-explora-en-el-cuento.htm
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