Moisés Sheinberg y sus Estrellas de vainilla

Panamericana Televisión del Perú publicó una reseña muy interesante sobre Estrellas de Vainilla de Moisés Sheinberg, libro publicado por Ediciones El Naranjo.
 
Aquí reproducimos la nota:

Moisés Sheinberg y sus Estrellas de vainilla*

Encontrarse con Estrellas de vainilla, de Moisés Sheinberg, es un golpe de suerte a cualquier edad.

Es un libro-tesoro, lleno de conocimientos que no abruman pues están engarzados en el cristalino discurso de un niño de 11 años que tiene un nombre tan bello, alto y generoso como las intenciones del autor. Se llama Skat el niño, y las páginas del libro nos revelan que es el nombre sonoro y luminoso de una estrella. Pero hay más, Skat tiene un pequeño hermano también con nombre de astro –Altair- Como el nombre es el destino, Skat se verá obligado a pesar suyo a renunciar a sus vacaciones de preadolescente –televisión, videojuegos y amigos- y emprender con su familia un viaje a Papantla en Veracruz. 

Estrellas de vainilla, de Moisés Sheinberg, es un golpe de suerte a cualquier edad 

Sí, la tierra de los voladores, la fragante noche de la vainilla, el cántaro sonoro de la lengua totonaca –de la que la madre de Skat es interesante estudiosa- el lugar de las leyendas y una misteriosa casa llena de los recuerdos de una historia de amor y de una bella mulata, en la que el niño que se aburría experimentará la fría mano del terror sobre la nuca. Pero el terror de Estrellas de vainilla no es superficial ni una concesión a las corrientes literarias en boga. El terror cumple una función esencial en la textura emotiva de la novela: crear el ambiente propicio para que Skat y el lector se asomen al misterio inherente a todo lo que existe, desde la flor de la vainilla hasta las estrellas que incansables, persistentes nos dibujan sus mapas de sentido. 

El terror cumple una función esencial en la textura emotiva de la novela 

El libro está realizado con la cuidadosa factura que caracteriza a Ediciones El Naranjo, donde cada volumen es como un pequeño país cultivado con ensoñación y mimo. Las ilustraciones de Aleida Ocegueda poseen un tenue encanto y respiran con la inocencia y la sabiduría del texto. Sabe soñar estrellas Aleida y comprende que la noche es un manto de suavidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario